La Unión Europea frente al reto de la paz

En la pasada legislatura (2019-2024), la prioridad de la comisión Von der Leyen y de la UE en su conjunto fue el Pacto Verde Europeo, una serie de iniciativas dirigidas a conseguir una UE climáticamente neutra, sin emisiones de gases de efecto invernadero, en el año 2050. La prioridad para el próximo quinquenio será muy probablemente el rearme del continente europeo. Es la tendencia que emerge claramente de la orientación de las tres instituciones políticas de la Unión Europea: Parlamento, Consejo de Ministros y Comisión.

En el parlamento, el primer grupo político, el Partido Popular Europeo (PPE) tiene como prioridad número uno la seguridad. Su programa prevé “invertir en defensa”, “reforzar el gasto público en defensa de los Estados miembros”. Para los partidos Socialista (PSE) y Demócrata (PDE) es necesario “aumentar los fondos de la UE para seguridad y defensa”, incluso por medio de nuevos recursos propios, y la UE debe “desarrollar su industria de defensa y sus capacidades productivas (de armas)”. También los otros grupos apoyan el refuerzo en defensa, es decir, el rearme, entre sus prioridades, tanto los de la mayoría que sostiene a la Comisión, como los liberales de Renew Europe y los Verdes. Lo mismo sucede, tanto con la oposición como con la derecha de Conservadores y Reformistas, por lo cual, “la seguridad es la primera prioridad de la UE” y se tienen que encontrar los recursos financieros necesarios para ello. Solo el pequeño grupo de la izquierda que está en la oposición, y con una voz débil en el Parlamento, tiene entre sus prioridades la paz, convencido de que “Europa tiene que construir relaciones positivas con el resto del mundo” y de que nuestras “estrategias de política exterior y de seguridad deben estar fundamentadas en la paz y no en la actual tendencia a la militarización”.