Autora: Chiara Galbersanini
Fuente: Città Nuova
Ha terminado el seminario online “Del diálogo al poly-logos. Mediterráneo y más allá. Un camino relacional sobre la identidad, el consenso, la colaboración”, con vistas al encuentro de obispos y alcaldes del Mediterráneo en Florencia.
El seminario, que tuvo lugar del 18 al 20 de febrero, precede el gran encuentro de los obispos de las Iglesias del Mediterráneo y los alcaldes del Mediterráneo que se celebra del 23 al 27 de febrero en Florencia. Es el resultado de un proceso iniciado hace aproximadamente un año con profesores de diversas disciplinas (del derecho a las ciencias políticas, de la teología a las relaciones internacionales, de la comunicación a la pedagogía) y con expertos con experiencia en el diálogo ya en marcha en más ámbitos, para cuestionarse y confrontarse sobre un tema delicado en estas semanas peligrosas para la paz y la fraternidad europea: ¿cuál es la clave del diálogo, si es que puede definirse? ¿Es un modo de acción comunicativa o implica algo más? ¿Cuándo puede definirse como un proceso dinámico, capaz de producir efectos transformadores? Y además: ¿es suficiente hablar de diálogo o, en un mundo plural y complejo, sería más apropiado hablar de polílogo o poly-logos, un concepto que encontramos en el sociólogo Bauman y que pone de manifiesto tanto los diferentes niveles del propio diálogo como la multiplicidad de las verdades humanas?
El seminario fue organizado por Sophia Global Studies en colaboración con diversas organizaciones y centros de estudio que trabajan en el ámbito del diálogo (la red Net ONE, el grupo editorial Città Nuova, el Centro Internacional de la MPPU, el proyecto Dialop, el Centro para el Diálogo Interreligioso del Movimiento de los Focolares, el Centro Internacional Giorgio la Pira, la Red Sophia Network para la Europa del Este, el Departamento de filosofía, ciencias sociales humanas y de la formación y el Centro Internacional de Investigación sobre el Derecho Humano de la Universidad de Perugia).
Los tres días de debate y discusión se dividieron en sesiones teóricas, estudios de casos y mesas redondas, a las que asistieron unos setenta estudiantes, doctorandos y profesionales. Hubo tres grandes macro ámbitos de estudio: el diálogo en el ámbito de la comunicación, el diálogo interreligioso y el diálogo en el ámbito político, a escala local y global. Hemos preguntado a tres expertos en diálogo: el profesor Roberto Catalano, experto en diálogo interreligioso y profesor del Instituto Universitario Sophia, con una larga experiencia de diálogo madurada en la India; la doctora Lucia Fronza Crepaz, pediatra, comprometida en varios proyectos de ciudadanía activa para jóvenes, ciudadanos y administradores; el profesor Michele Zanzucchi, ex director de Città Nuova, profesor de comunicación en el Instituto Universitario Sophia y con una importante experiencia en el campo del periodismo dialógico- para ofrecernos una muestra de lo que surgió de la discusión y el debate.
Profesor Roberto Catalano, ¿qué significa dialogar en el ámbito interreligioso? ¿Existen obstáculos insuperables para el diálogo? ¿Cuáles son las implicaciones?
Hoy en día, las culturas, y con ellas las religiones, son el ámbito en el que es más probable que se construya la cultura del diálogo, con repercusiones en diferentes niveles y contextos. En efecto, en un mundo, por un lado, cada vez más global, más “globalizado” por una pandemia y, por otro, plagado de brotes identitarios cada vez más peligrosos, el diálogo sigue siendo la única forma de sobrevivir. Los hombres y mujeres de fe están llamados a demostrar con hechos, coraje y creatividad, que las religiones son una solución potencial pero efectiva en todas las tensiones y fracturas. No se trata de procesos sencillos, y el obstáculo más complejo son probablemente los estereotipos que se han creado a lo largo del tiempo y que siguen desempeñando un papel fundamental en la persistencia de una cultura de odio, rechazo y enfrentamiento.Obviamente, es fundamental que las religiones trabajen con hombres y mujeres comprometidos en la política y en el mundo de la comunicación. Ahí encontramos los puntos cruciales para la manipulación de las religiones y para la creación de imaginarios destructivos. Juntos debemos esforzarnos por liberarnos de estos mecanismos perversos que conducen sistemáticamente al enfrentamiento y no al encuentro.
Dra. Lucía Fronza Crepaz, parece casi impensable asociar el término diálogo al ámbito político, inmersos como estamos en una polarización social e ideológica que divide, crea tensión y conflicto. ¿Qué efecto transformador podría tener el diálogo en la esfera política y, junto a él, el poly-logos?
Tengo que decir que durante los tres días del seminario, transcurridos a favor de una circulación virtuosa de ideas y de la comparación entre las percepciones teóricas, históricas filosóficas y políticas, con el intercambio de experiencias de diálogo muy distintas en el tema, nos encontramos, creyentes y personas con otros valores, con la posibilidad de disolver lo que parece un contrasentido: el diálogo y la política. Esta metodología es quizás el primer indicio a destacar: el diálogo como metodología eficaz para una política que vuelve a ser capaz de dar resultados. Ninguno de nosotros se ha detenido en el análisis “de la noche”: nos hemos puesto, sin ocultar los problemas, del lado del alba para contemplar los muchos, muchísimos signos positivos que ya vemos. La crisis de época que vivimos, que incluso la política actual ha contribuido a agravar, es, en su incertidumbre, un momento de gran oportunidad: ¡cuántas veces hemos experimentado que si permanecemos de pie, reconociendo las mismas dificultades en los demás, compartiendo la responsabilidad de dar respuestas a los que no tienen voz, en el colmo de la desesperación nace también la esperanza! Algunas palabras clave resonaron tanto en el frente doctrinal como en el experiencial, a través de los estudios de caso: una alianza entre las instituciones que se dejan transformar y los ciudadanos atentos y críticos; la confianza y la mediación que necesitan una nueva resignificación; las prácticas participativas tomadas en serio como metodologías capaces de generar reciprocidad entre los sujetos democráticos con diferentes roles pero iguales responsabilidades. No faltará trabajo, pero la desigualdad cada vez más acentuada, las viejas y nuevas guerras ligadas a un sistema económico que las alimenta, pueden convertirse en un motor para acelerar la transformación. Las reformas no son suficientes, necesitamos una verdadera transformación que contemple diálogos abiertos en la cultura y entre las culturas políticas, basados en procesos y experiencias ya existentes. Un diálogo entre diferentes niveles institucionales, empezando por las ciudades. Y luego diálogos intergeneracionales. En definitiva, sólo un Polilogos salvará el arte del buen gobierno y la política al servicio de la unidad de la familia humana.
Profesor Michele Zanzucchi, El mundo de la comunicación, los medios sociales y el sistema digital atraviesa un momento de crisis y transición. ¿Cómo se inserta el diálogo en esta dinámica? ¿Qué ofrece y produce un enfoque multidiálogo en la lectura de una realidad compleja y su comunicación al exterior?
Desde el punto de vista comunicativo, como bien ha subrayado Fadi Chehadé, antiguo director del ICAAN, el diálogo es un aspecto indispensable en la difusión de las siempre renovadas herramientas digitales. La web nació de forma dialógica, pero debido al desarrollo de algoritmos no conciliadores ha adquirido una dimensión conflictiva en muchos ámbitos. Sobre todo, la brecha digital entre Estados Unidos y China. Por tanto, hay que reafirmar el carácter intrínsecamente dialógico del mundo digital. Y eso necesita de periodistas y comunicadores que dialoguen. En un fructífero debate con la directora de La Nazione, Agnese Pini, quedó claro que el periodismo, cuyos cimientos han sido sacudidos y cuestionados por la revolución digital, necesita profesionales dispuestos a abrazar las innovadoras herramientas de comunicación e información que van apareciendo poco a poco, pero con la conciencia de que el diálogo es esencial para poder ofrecer una información que evite las falsificaciones y ponga al ser humano en el centro de la comunicación y no los intereses partidistas
El seminario finalizó con la conciencia de que el camino recorrido hasta ahora debe ser continuado, tanto para promover una cohesión relacional y de planificación cada vez mayor en la sociedad contemporánea, en sus diversos niveles de articulación (interpersonal, social, política, local, nacional, global), como para abrir otros caminos de estudio y de intercambio, imaginando ámbitos de aplicación, modelos y nuevos escenarios de un enfoque multidialógico en la acción social, teológica, comunicativa y política.
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