Es el tiempo de las ciudades. Algunos lugares tienen un destino profético. Han sido bendecidos por el Cielo. Su mensaje nunca termina. Tal es el caso de Belén, la “casa del pan”, el lugar natal de Jesús, que vino a salvar a la humanidad del hambre.
Un mensaje que nos impulsa a afrontar no sólo la actual crisis sanitaria, sino todos los problemas que aquejan a la humanidad y a nuestra casa común de forma solidaria, conscientes de que somos una sola familia humana, hermanos y hermanas.
Así pues, renovemos nuestro compromiso en la Navidad de 2021: trabajar juntos para construir un mundo más justo, pacífico y solidario. Ser una “casa del pan” de esperanza, para la humanidad de nuestro tiempo.
Les deseamos una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo.
de Mario, Reka, Javier, Amelia, Daniela, Aurelio Marconi, Michal, Melchior, Maria – Centro Internacional del Movimiento Político por la Unidad
y de Clara, Maria Chiara, Adelard, Melissa – Equipo de Comunicación y Secretaría
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